¿Qué haces cuando no tienes ni idea de cómo enfocar la linea editorial de tu blog?

Si te digo que no sabía cómo enfocar la línea editorial de mi blog, si te digo que estuve algunos días con las dudas, vas a pensar, ¡vaya! Pensaba que eso sólo me sucedía a mí.

¡Pues, no! Tachán.

Yo también disfruto de mis bloqueos creativos ¡ou, yeaaa!

De repente, leyendo blogs y más blogs y escuchando entrevistas, algo hizo clic. Y lo supe, porque esto se sabe enseguida. Te invade una sensación de certeza y de tranquilidad apabullante. Es algo como: vale, ya está, ya lo tengo.

En realidad no es que tengas nada, y mucho menos nada físico, pero sí que tienes una idea que llevabas tiempo persiguiendo y que se hacía la escurridiza.

¡Cazada al vuelo! Y apuntada de inmediato para que no se escurra por el sumidero; sí, el sumidero de las ideas que no se apuntan, que parece que en lugar de un simple desagüe, fuera una aspiradora de grandes dimensiones. ¡Se las traga enteras!

Bien, tampoco estoy aquí para contarte las vicisitudes de mi proceso creativo.

¿O sí?

Creative Paradise, mi reto, mi aventura…

Igual no te disgusta conocerlo, porque la verdad es que se parece bastante a lo que te vas a encontrar tú, si entras en el Creative Paradise: ideas que flotan, alguna que se deja cazar, tú que vas veloz y la pegas al papel o se la sueltas a la grabadora, que también sirve.

En el fondo te digo que es bastante divertido.

Si consigues tomarlo como un juego, que es lo que es, te vas a divertir.

El problema empieza cuando le exiges resultados y encima, en un tiempo determinado.

La impaciencia y la creatividad no hacen muy buenas migas. Doña impaciencia está todo el día achuhándola; y la creatividad se esconde en cualquier rincón y no despliega sus alas.

Lo que sí queda claro es que ayer, yo tenía mi atrapasueños en el sitio correcto y la pillé.

Y lo que tienen las buenas ideas, o por lo menos, buenas para ti: que en cuanto se quedan pegaditas a las plumas o a los nudos, las reconoces enseguida.

¡Y sí, era ella!! Mi línea editorial enterita.

Y ahí mismo te la cuento, pa que lo sepas desde ya y no sufras más.

¿Qué puedes esperar de este blog? ¿Qué hay aquí para ti?

Vas a encontrar técnicas de escritura, pensamientos y reflexiones sobre el acto de escribir, experiencias propias, y todo ello, hilado a través de los grandes filósofos de la historia.

¡Nooo! ¡No te asustes! No va a ser un rollo, para nada. Huyo de los rollos, como de Godzilla.

Otra cosas es que lo consiga pero, por lo menos te cuento, en este ataque de sinceridad que me ha sobrevenido, cómo pretendo que sea lo que voy a ir narrando en este blog.

Partiré de una anécdota de algún filósofo.

¡Oye! Que algunas de estas mentes sesudas de la historia estaban bastante pallá… no te creas. Los hay que hacían cosas que se te quedan los ojos bizcos. Y algunas, encima, son divertidas.

Voy a aprovechar todas las que encuentre para ilustrar al personaje y luego añadirle un punto de lo que este sabio me ha aportado en cuanto a pensamiento y escritura.

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Pensamiento y escritura. Escritura y pensamiento

Pensamiento y escritura van juntos. Imposible separarlos. Pienso para escribir. Y, mientras escribo, despliego mi pensamiento. Y en esos viajes de ida y vuelta voy pintando letras en el papel y voy hilando conceptos.

Pintando y tejiendo.

Pues lo dicho: mente sabia, prohombre, su anécdota y algo de su filosofía. Y luego, eso pasado por mi capacidad de digestión, o seaosé, lo que yo he sido capaz de hacer con ello y lo que me ha aportado en cuanto a mejoras de mi escritura o ampliación de mi pensamiento.

Quiero que tenga humor, que sea divertido. Por esto, empezaré por ponerme yo misma en sintonía y divertirme en la redacción de cada post.

Si lo consigo, seguro que tú lo vas a recibir igual.

Quiero conseguir que aquellas escenas que a mí me dibujan una sonrisa, también te la contagien a ti.
Y si es así, te agradeceré un comentario. Que me cuentes qué parte del post te ha hecho sonreír, qué parte te ha dejado alguna idea aprovechable, de qué filósofo te gustaría que hablara un poco más.

Y así entraremos en un juego de construcción de conocimiento en el que vamos a aprender todos. Yo también, por supuesto.

Porque si no aprendo, no me divierto.

¿Tú también te habías dejado engatusar por la idea de que la Filosofía es un rollo?

Deseo echar por la borda este concepto. La filosofía no es un rollo. No lo es.

Si la sabes pillar bien, y es lo que voy a intentar, es una ciencia que promete hacernos más sabios, más bellos y más buenos. Eso además de enseñarnos a pensar, a vivir y a escribir…

¡Vaya, un 6 por uno!

¡Compro!

Me convienen todas. ¿Y a ti?

Pues si te animas, éste va a ser tu patio particular de reflexiones, de arañarle conocimiento a las mentes sesudas, de contagiarnos un poco de ello y de disfrutar con lo que salga.

Te aseguro que no tengo ni idea de lo que va a pasar. Para mí es un salto al vacío.

Tampoco sé si seré capaz de llevarlo tal como me lo he propuesto.

Pero hago esta declaración de intenciones para que quede constancia de mis objetivos al empezar esta ruta.

Tampoco sé si va a ser un camino único o van a aparecer ideas colindantes que acaben adornándolo y aportándole más conocimiento.

Desconozco las sorpresas que me pueden esperar en cualquier punto del trayecto. Y sean las que sean, las iremos viviendo de la mano, si te apuntas.

Tomo la mochila, la linterna y las botas, y me lanzo al camino.

¿Me acompañas en la aventura?

Cuéntame los temas que más te preocupan sobre la tarea de escribir.