¿Cómo me di cuenta de que lo mío era escribir desde el alma?

Era lunes al mediodía y salíamos de la Facultad con un grupo de compañeras, entre ellas, mi amiga Núria. Ésta iba comentando el impacto que le causó acompañarme dos días antes, a recoger un Premio Literario.

Me lo habían concedido por un relato breve escrito el año anterior: Concierto para Rudolf Raiden.

Y te aseguro que este texto lo escribió en directo mi alma, porque no contemplo que hubiera podido ser de otra forma.

Núria contaba que lo que la sorprendió fue que, al llegar al Ayuntamiento, estuvieran 3 miembros del jurado en la plaza. Al verme, una de ellas viniera a abrazarme mientras me preguntaba: ¿Tú tocas el piano?

Sí, le dije. Y me volvió a abrazar, mientras se le escapaban algunas lágrimas.

Núria se emocionó con la acogida que nos dispensaron y sobre todo el ver que el jurado había quedado tan impactado por mi relato.

Cuando entramos en la sala, cerraron las luces y se escuchó la voz de una actriz del grupo de teatro, declamando algunos párrafos de mi texto.

A mí se me aceleró el corazón al reconocerlos.

Núria también lo había leído y en aquel momento me confesó que había llorado.

Yo también lloré cuando lo escribí, le dije.

Subí al escenario con un nudo en la garganta y soltar algunas palabras me costó un esfuerzo.

Vuelvo al lunes al mediodía:

Íbamos a comer todo el grupo de la Uni, cuando Núria relató esto. Otras compañeras se interesaron por conocer por qué escribía yo y les dije que porqué no podía dejar de hacerlo, que para mí, la escritura era muy terapéutica.

En aquel momento, una de ellas que se había mantenido en silencio durante todo el trayecto, soltó con un tono algo desagradable: ¡Pues yo no estoy de acuerdo con la literatura terapéutica!

Quedé sorprendida ante su afirmación y sólo me salió: pues yo no me puedo permitir no estar de acuerdo.

Escribir desde el alma. Paisaje con niebla y piano.

Han pasado muchos años y sigo recordando este momento. Lo sigo recordando porque para mí, escribir siempre ha tenido una función más allá de juntar palabras para informar, describir o decretar algo.

Para mí, escribir ha sido permitir a mi alma que se expresara.

Y esto, lo mire como lo mire, en mi caso tiene unos efectos altamente terapéuticos, diga lo que diga la colega.

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Escribir desde el alma, escribir desde la mente…

Hay muchos lugares desde dónde escribir. Y la mayoría son muy respetables y cumplen sus funciones.

Cuando quiero aprender cómo manejar la lavadora, me interesa un tipo de texto que me indique qué hacer, de la forma más rápida y clara posible. En ese caso no tengo ningún interés en conocer los secretos más profundos del mecánico que la montó.

Mi relación con la escritura se remonta a mis 10 años, cuando gané los primeros premios de redacción en la escuela. Ha sido una tarea que me ha permitido liberarme de algunas vivencias que habían quedado incrustadas en mi interior.

Por eso le llamo escribir desde el alma, ya que considero que fue mi alma la que me pidió que me expresara. Y me lo pidió para sanar algunos aspectos de mi vida que habían quedado enquistados.

Escribir desde el alma. Libro

Actualmente lo que más escribo son relatos breves. Algunos de ellos han sido para mí una válvula de escape ante situaciones dolorosas, en las que me sentía confundida o atrapada.

Otros son una exploración de universos paralelos o de posibilidades y otros, simples juegos de mi imaginación que de vez en cuando disfruta de que la deje un rato suelta.

Por ello, escribir desde el alma ha sido para mí el camino que me ha permitido conocerme, sanarme y expresarme.

Durante el trayecto, he aprendido y he experimentado.

Y ello me ha permitido poder contar en mis clases las estrategias más variadas que he ido recogiendo y probando a lo largo de mi vida. Son las estrategias con las que me acerco a los textos.

Y pueden variar dependiendo del día que yo tenga y del tema que aborde.

Sé que somos muchos en ese recorrido.

Por lo cual te voy a hacer una propuesta:

Si tú sientes que es tu alma la que desea expresarse. Si tú sientes que tú también deseas escribir desde el alma, cuéntame: Cómo te diste cuenta de ello, qué haces para conseguirlo y cómo te sientes después de terminar un texto.

¡Nos vemos en los comentarios!